El pasado 15 de febrero de 2009 fue un día histórico para nuestra parroquia, ya que pudimos gozar de la visita de nuestro Cardenal, D. Agustín García-Gasco. El motivo: hacernos entrega, personalmente, de una réplica del Santo Cáliz que se halla en la Catedral de Valencia, reconociendo así la importante labor apostólica y los trabajos de los últimos años para la restauración del templo.
A las 19 horas, en una iglesia abarrotada de fieles, la Coral Stella Maris dio comienzo a lo que sería una celebración hermosa, en la que colaboraron todos los grupos de la parroquia, llena de cantos y momentos memorables.
Para empezar, nuestro párroco Mossèn Rafa decidió saltarse el protocolo y pidió al Cardenal que entregara el Santo Cáliz a un sorprendido y emocionado D. Vicente Fornés, reconociendo su larga labor como Vicario de los Santos Juanes. Fue un gesto de humildad y aprecio, que arrancó de todos nosotros un espontáneo aplauso, confirmando con él nuestro mismo sentir. Después, el arquitecto Toni Giner refirió brevemente las distintas obras que se han ido realizando en estos años. Se agradeció a todos los fieles su constante participación económica, así como también la colaboración del M. I. Ayuntamiento de Cullera cuyo Alcalde D. Ernesto Sanjuán y concejales se encontraban entre los asistentes, y de la Diputación de Valencia.
Tras nutrirnos de la Palabra de Dios, el Cardenal explicó en su homilía la trayectoria del Santo Cáliz a lo largo de la historia. También, que las labores de reconstrucción de nuestro templo parroquial son muestra de la fe viva de Cullera, a pesar de las dificultades de hallarnos en un ambiente laicista. Entre otras muchas cosas, finalmente, nos recordó el papel fundamental de la Virgen María para nuestra vida cristiana.
La eucaristía prosiguió con un ofertorio en el que se entregaron a los pies del altar, que los Juniors llenaron de flores, los frutos de nuestra tierra y nuestra memoria. Pudimos estrenar el Santo Cáliz, y dar gracias a Dios por todo lo que está regalando a nuestra parroquia.
Terminada la celebración, el cardenal firmó en el Libro de Oro y se fotografió con los diversos fieles que le esperaban.
¡Muchas gracias por su visita, Sr. Cardenal! ¡Esperamos volver a verle pronto!
Crónica de Isabel Ruiz Garnelo
A las 19 horas, en una iglesia abarrotada de fieles, la Coral Stella Maris dio comienzo a lo que sería una celebración hermosa, en la que colaboraron todos los grupos de la parroquia, llena de cantos y momentos memorables.
Para empezar, nuestro párroco Mossèn Rafa decidió saltarse el protocolo y pidió al Cardenal que entregara el Santo Cáliz a un sorprendido y emocionado D. Vicente Fornés, reconociendo su larga labor como Vicario de los Santos Juanes. Fue un gesto de humildad y aprecio, que arrancó de todos nosotros un espontáneo aplauso, confirmando con él nuestro mismo sentir. Después, el arquitecto Toni Giner refirió brevemente las distintas obras que se han ido realizando en estos años. Se agradeció a todos los fieles su constante participación económica, así como también la colaboración del M. I. Ayuntamiento de Cullera cuyo Alcalde D. Ernesto Sanjuán y concejales se encontraban entre los asistentes, y de la Diputación de Valencia.
Tras nutrirnos de la Palabra de Dios, el Cardenal explicó en su homilía la trayectoria del Santo Cáliz a lo largo de la historia. También, que las labores de reconstrucción de nuestro templo parroquial son muestra de la fe viva de Cullera, a pesar de las dificultades de hallarnos en un ambiente laicista. Entre otras muchas cosas, finalmente, nos recordó el papel fundamental de la Virgen María para nuestra vida cristiana.
La eucaristía prosiguió con un ofertorio en el que se entregaron a los pies del altar, que los Juniors llenaron de flores, los frutos de nuestra tierra y nuestra memoria. Pudimos estrenar el Santo Cáliz, y dar gracias a Dios por todo lo que está regalando a nuestra parroquia.
Terminada la celebración, el cardenal firmó en el Libro de Oro y se fotografió con los diversos fieles que le esperaban.
¡Muchas gracias por su visita, Sr. Cardenal! ¡Esperamos volver a verle pronto!
Crónica de Isabel Ruiz Garnelo
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