viernes, 28 de agosto de 2009

Virgen del Castillo submarina

Los submarinistas de Cullera celebran, desde el año 2006, una fiesta en honor de la Virgen del Castillo cuya réplica reposa en el fondo del mar, cerca de las costas de Cullera, sumergida a 22 metros de profundidad.
Este año, la fiesta se celebró, como siempre, en el mes de agosto en la parroquia de Santos Juanes de Cullera, en el día de la Asunción de la Virgen, el 15 de agosto a las 9’30h. Para ello, unos días antes, se sacó la Imagen del fondo del mar para su limpieza y traslado a la Parroquia de Santos Juanes donde se celebró la fiesta y el canto de los Gozos y el besamanos de la Virgen del Castillo, acompañada por las Camareras de la Virgen y todos los submarinistas, familiares y devotos. Seguidamente se trasladó la imagen hasta las instalaciones del Club de buceo Delfín de Cullera en el rio Júcar, para embarcar con el equipo de inmersión y depositarla de nuevo en el fondo del mar, en su lugar habitual.
Todos los que quisieron se unieron a esta fiesta en la Parroquia de Santos Juanes, y los que tienen de alguna embarcación también la acompañaron por el mar hasta el lugar de su inmersión.

Peregrinación de Jóvenes a Fátima


Un gran regalo de este verano ha sido la peregrinación de los jóvenes a Fátima, en Portugal, durante los días 8 al 12 de agosto.
Todo comenzó el viernes día 7 por la noche con la celebración de la Palabra y el envío de los peregrinos. Hay que destacar la generosidad de la gente de la parroquia que ofreció alojamiento a los jóvenes que vinieron de Mallorca a incorporarse con nosotros a la peregrinación.
Daban poco más de las cinco de la mañana del sábado cuando un par de autobuses, y también otras tres familias en sus coches, partimos desde Cullera. En total, un grupo de ciento veinte jóvenes pertenecientes a los Santos Juanes, principalmente, pero también alguno de otras parroquias como dos de la Sangre de Cristo, tres de Torrent, dos de Algemesí, cuatro de Valencia, dos de Madrid y cuarenta de Mallorca.
El primer día, tras el trayecto en autobús, pudimos celebrar una espléndida eucaristía bilingüe (Portugués y Español) con las comunidades de Lisboa. Al día siguiente recorrimos la capital, visitando el monasterio de los Jerónimos y la desembocadura del Tajo en barco. Tras la comida, nos dirigimos a la zona de la Expo para hacer una misión popular, con la proclamación de la Palabra, anuncio del Kerigma, cantos y el testimonio de varios jóvenes acerca de las maravillas que Dios y la Virgen María están haciendo en sus vidas.
Al día siguiente llegamos a la meta de nuestra peregrinación, el santuario de Fátima donde la Virgen se apareció a tres humildes pastorcitos: Lucía, Francisco y Jacinta, que contaban entonces tan solo con 10, 9 y 7 años respectivamente. Allí pasamos dos días enteros en los que pudimos rezar y participar en diversas catequesis, eucaristías y celebraciones, entre ellas el precioso rosario y procesión de las antorchas. El último día, en una solemne eucaristía muy participada, celebramos un emotivo rito en el que se nos entregó a cada uno la Virgen como Madre Nuestra, junto con un rosario para que a partir de ahora podamos encomendarnos a ella.
Durante el viaje de vuelta, cada uno de nosotros pudo dar su experiencia de lo que ha significado esta peregrinación. Experiencias magníficas, que esperemos queden grabadas como un sello en nuestros corazones.

Campamento Junior de verano


Llegado el verano de nuevo los Juniors de la parroquia Santos Juanes de Cullera nos hemos ido de campamento. Este año el lugar escogido fue Navalón, durante los días 25 a 30 de julio. Y, como otras veces, ha sido una experiencia inolvidable.
Desde el primer momento, el nutrido grupo de 60 acampados entre niños, monitores, premonitores y el párroco, pudimos disfrutar de todo tipo de actividades: divertidísimos rallyes, emotivas eucaristías, fantásticos y variados talleres, una noche al aire libre admirando las estrellas, las visitas del misionero Dominik y de las Hermanitas del Cordero, actuaciones teatrales, excursiones, canciones… culminando con la celebración de entrega de la pañoleta a aquellos que cumplían su segundo campamento con nosotros. Todo esto, para conocer un poco más las cuatro virtudes cardinales: prudencia, justicia, templanza y fortaleza, que a modo de los cuatro puntos cardinales nos han de guiar en el camino de nuestra vida de ahora en adelante.
Y lo que es más importante: ha significado una experiencia de encuentro con Dios, bien a través de ponerse al servicio del prójimo, bien mediante las catequesis y la Palabra que se nos partía a diario, bien por los testimonios, bien por las celebraciones...
Finalmente, no podemos olvidar la generosidad derramada por el conjunto de personas que gratuitamente se pusieron a nuestro servicio en la cocina.
Así, a todos los que de una manera u otra lo han hecho posible… ¡de nuevo, gracias! ¡Y hasta el curso que viene!