Con una Eucaristía, seguida de una cena compartida entre los novios y los catequistas, finalizó el pasado jueves el primer turno de Catequesis Prematrimoniales de este nuevo curso.
Aunque en esta ocasión las parejas asistentes sólo han sido ocho, el interés con que escuchaban y la asiduidad con que acudieron fue tan ejemplar que los catequistas estaban asustados, por si sus palabras defraudaban las expectativas que depositaban en ellos; pero parece que no fue así; sus exposiciones no fueron baldías. Como se pudo comprobar al final, al preguntarles a los novios, su opinión sobre el cursillo, todos coincidieron en afirmar que les resultó más satisfactorio de lo esperado.
Resumiendo en dos palabras el contenido de sus respuestas diré que descubrieron que, frente a lo que parece ser opinión dominante, un matrimonio “para siempre”, no sólo es deseable, sino, también posible. Y, por mi parte, me atrevo a proponerles que si realmente eso es lo que desean, en sus manos está el conseguirlo. Ahora ya conocen la teoría; falta que la pongan en práctica. Sobre todo que no se olviden de que:
- Han de acudir con frecuencia a Ese que siempre está a nuestro lado apoyándonos, aunque no lo veamos.
- Si necesitas ayuda, tienes unos amigos que te pueden aconsejar. Y,
- Que no se olviden de utilizar la mecedora “relajante”.
Ninguna de estas recetas contiene contraindicaciones. No puede provocar mal alguno. Y su precio es muy asequible: menos de un euro.
Vicente Fornés.
Aunque en esta ocasión las parejas asistentes sólo han sido ocho, el interés con que escuchaban y la asiduidad con que acudieron fue tan ejemplar que los catequistas estaban asustados, por si sus palabras defraudaban las expectativas que depositaban en ellos; pero parece que no fue así; sus exposiciones no fueron baldías. Como se pudo comprobar al final, al preguntarles a los novios, su opinión sobre el cursillo, todos coincidieron en afirmar que les resultó más satisfactorio de lo esperado.
Resumiendo en dos palabras el contenido de sus respuestas diré que descubrieron que, frente a lo que parece ser opinión dominante, un matrimonio “para siempre”, no sólo es deseable, sino, también posible. Y, por mi parte, me atrevo a proponerles que si realmente eso es lo que desean, en sus manos está el conseguirlo. Ahora ya conocen la teoría; falta que la pongan en práctica. Sobre todo que no se olviden de que:
- Han de acudir con frecuencia a Ese que siempre está a nuestro lado apoyándonos, aunque no lo veamos.
- Si necesitas ayuda, tienes unos amigos que te pueden aconsejar. Y,
- Que no se olviden de utilizar la mecedora “relajante”.
Ninguna de estas recetas contiene contraindicaciones. No puede provocar mal alguno. Y su precio es muy asequible: menos de un euro.
Vicente Fornés.
