miércoles, 4 de marzo de 2009

Día del Seminario: Aarón nos cuenta su vocación


Este domingo, 8 de marzo, se celebra el Día del Seminario en Valencia. Nuestra parroquia, ya colabora al sostenimiento del seminario, y los sacerdotes nos recuerdan la importancia de rezar por las vocaciones. Pero este año, la parroquia va a vivirlo de manera más intensa, si cabe, por tener a un joven seminarista actualmente en el Seminario Menor de Xátiva: Aarón Delgado Blasco, de 14 años, que cursa 3º de la E.S.O.
Muchos le conocéis, pero le hemos hecho una pequeña entrevista para conocerle un poquito más y saber cómo es la vida en el seminario. En los tiempos actuales no es fácil mantener un Seminario, pero gracias a la Providencia y las parroquias y a la diócesis, es posible.
Aarón, cuéntanos como comenzó tu vocación.
La verdad es que Jesús siempre me ha caído muy bien. De ahí, que no me costaba ningún esfuerzo acudir a catequesis o a clases de religión. Saber que ahí arriba hay algo velando por nosotros siempre me ha tranquilizado mucho y me ha dado mucha fuerza para escucharle. Al tener contacto con seminaristas en la visita arciprestal que realizaron a Cullera, me sentí muy cómodo y vi que hacían muchas cosas que a mí me gustaban. Empecé a ir a convivencias al seminario y ahí me di cuenta que me sentía como en mi propia casa y estando cerca del Señor me sentía cada vez mejor, y decidí entrar.
Descríbenos el día que ingresaste en el Seminario.
Fue el 12 de septiembre. Mis amigos me prepararon una fiesta sorpresa de despedida, y también vinieron a acompañarme al seminario. Sentía alegría por ir, y al mismo tiempo, inseguridad y tristeza por dejar a mi familia y amigos, y casi miedo a un cambio de vida tan radical. Estando ya sólo, me di cuenta que no había vuelta atrás, que tenía que apechugar con las responsabilidades que al fin y al cabo las había decidido yo. Los formadores del seminario nos prepararon un fin de semana tan repleto de actividades que no nos dejaron tiempo de pensar en nada. Supongo que fue a propósito.
Un día normal en el seminario ¿Cómo es? ¿Qué haces?
Me levanto a las ocho menos veinte, me ducho y empezamos el día con el rezo de laudes. Acudo a desayunar siempre corriendo, y la Hermana va detrás de mí para que desayune bien y no me deje el bocadillo del almuerzo. Vuelvo a la habitación para ordenarla, coger la mochila y a las nueve empiezan las clases hasta la una. Nuestras clases son en el Colegio Claret con otros alumnos y alumnas. Son totalmente normales como las de cualquier Colegio y a nosotros nos piden la máxima integración con los otros compañeros. A mediodía, tenemos tiempo libre para poder estar en el ordenador, charlando, mirando la televisión o incluso jugar alguna partida a las cartas. Comemos, y a las tres y media reanudamos las clases hasta las cinco y media. Cogemos la merienda y a partir de esa hora, según los días, tenemos diferentes actividades, estudio, deporte, una tarde libre de salida a Xátiva, siempre con las horas programadas por supuesto. A las ocho y cuarto celebramos diariamente la eucaristía y a las nueve a cenar. Los jueves realizamos la exposición del Santísimo. Después de cenar, estudiamos un rato, y a las once rezamos las Completas, y a las once y cuarto, a dormir. Como podéis ver a esto se le llama aprovechar el tiempo al cien por cien.
¿Eres feliz en el seminario?
Si, muy feliz, de lo contrario no estaría aquí. Quiero dejar muy claro que no obligan a nadie a estar aquí, que al igual que un día entras porque quieres, otro día también puedes salir porque quieres.
Por último, qué les dirías a los jóvenes que como tú sienten algo por el Señor, para que acudan al seminario.
Que ánimo, mucho ánimo. Aquí solamente van a hacer cosas para su bien y por el bien de los demás. Esto es lo mismo que en tu casa, pero todo más grande. En casa tienes una familia normal y aquí la familia es numerosa, los seminaristas son tus hermanos, y los formadores son la caña; quieren lo mejor para nosotros y nos tratan con firmeza, pero al mismo tiempo son nuestros amigos, igual que harían nuestros padres; cuando necesitas un toque de atención, te lo dan, y cuando es tiempo de una pelea de ”Catch“, también te la dan. La familia la completan nuestras queridas Hermanas. Son misioneras del Sagrado Corazón y viven por y para nosotros. Cuidan de cualquier detalle que harían nuestras madres en casa. Son el corazón del seminario.
Gracias Aarón por tu testimonio.
Los que quieran ayudar al seminario o entrar en contacto con Aarón, pueden dirigirse a:
· la Web del Seminario:
www.seminariomenorvalencia.com
· la Web de la Parroquia:
www.santosjuanes.com
· o directamente a la parroquia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un saludo Aarón desde Cullera. He leido en Aleluya tu
comentario. ¡Te felicito!. Eres muy afortunado, al haber recibido la llamada
del Señor, para ser su ministro. Enhorabuena, dile SÍ, todos los días, y
siempre te sostendrá para que seas feliz, realizando lo que te encomiende.
Trasmite esta felicitación a tus compañeros y, saber todos que muchos
rezamos por vosotros, y lo haremos con más ahínco este domingo. Un fuerte
abrazo para toda la Familia del Seminario. Dios colme vuestros corazones con
su PAZ.

Paula Zugarramurdi