martes, 9 de febrero de 2010

El Arzobispo de Valencia anuncia su 1ª visita a Cullera





Con motivo de la inauguración de las obras de restauración del zócalo cerámico de la Capilla de la Comunión de la Parroquia de Santos Juanes, el Sr. Arzobispo de Valencia, D. Carlos Osoro Sierra, ha confirmado su visita a Cullera para la bendición y reapertura de la Capilla que durante todo el período de las obras, durante más de seis meses, ha quedado cerrada al culto. Con esta ceremonia en la Parroquia de Santos Juanes, el Sr. Arzobispo hará su primera y esperada visita a Cullera, pues desde su llegada a la sede valentina ha ido recorriendo numerosas poblaciones de la geografía de la diócesis, pero todavía no había llegado la oportunidad de visitar Cullera. El acto tendrá lugar el sábado día 6 de febrero de 2010 a las 20h. y contará con la presencia de D. Ernesto Sanjuán, alcalde de Cullera y Diputado provincial, que actuará en representación del Presidente de la Diputación que ha querido manifestar su adhesión al acto por la contribución de la Excelentísima Diputación de Valencia con una subvención del 70% en la obra de restauración, dentro del plan de ayudas económicas con destino a la realización de obras de restauración para la conservación de inmuebles de la provincia de Valencia que posean valores históricos, artísticos o de interés local, correspondiente a la convocatoria de 2008.
El acto comenzará con una eucaristía presidida por el Sr. Arzobispo, al final de la cual se hará un traslado solemne del Santísimo Sacramento con la Custodia parroquial del siglo XVIII portada bajo palio, hasta la Capilla de la Comunión donde se impartirá la bendición y se hará la reserva de la Eucaristía en el Sagrario, quedando así reabierta la Capilla para el Culto y pudiendo contemplar, dese ese momento, el valioso zócalo cerámico. Finalmente, D. Andrés Ballesteros Labrado, de la empresa Restauradores Proart, S.L.U., que con todo su equipo ha llevado a cabo la restauración, hará una explicación con proyección gráfica de todo el proceso. Acabado el acto, el Sr. Arzobispo firmará en el Libro de Oro de la parroquia, por ser esta su primera visita.
La obra ha sido realizada bajo la dirección inestimable y desinteresada de nuestro arquitecto D. Antonio Giner, además de contar con el asesoramiento y colaboración del arqueólogo municipal D. Enrique Gandía.
Es un dato importante a tener en cuenta, que el restaurador D. Andrés Ballesteros ha llevado a cabo también la restauración de toda la cerámica de la Iglesia de San Juan de la Cruz de Valencia, que es una de las tres sedes de la actual edición de la exposición La Luz de las Imágenes. Pues con los mismos y rigurosos criterios de restauración de allí, se ha llevado a cabo esta restauración en los Santos Juanes, que se convierte también, de este modo, en un referente modélico de restauración y conservación de cerámica, y que ha supuesto un grandísimo y costosísimo esfuerzo para nuestra parroquia, pues como ya se ha informado en anteriores ocasiones, de los 87.972,34€ del coste de la obra, la parroquia ha tenido que asumir el pago del 30%, es decir, 26.391’70€., además de soportar el otro 70%, es decir, 61.580,64€, que subvencionará la Diputación de Valencia.
El zócalo cerámico de la Capilla de la Comunión de los Santos Juanes, datado en el siglo XVIII, entre los años 1740 y 1760, tiene una altura media de 1’70m., ocupa una superficie de 40m2 y se compone de unas 700 piezas cerámicas, lo que imprime al conjunto gran suntuosidad y magnificencia. Todo ello constituye el conjunto de azulejería valenciana más representativo de Cullera, pues se trata del único zócalo cerámico barroco de esta entidad conservado en Cullera en su lugar original y prácticamente completo.
Pero su estado de conservación se encontraba en una situación frágil e inestable, con grave amenaza de desprendimientos, debido a la fuerte alteración que padecía por la contaminación de sales ocasionada por la humedad de capilaridad. Las sales, al cristalizar y aumentan de tamaño, rompían las piezas fragmentando la pintura cerámica y provocando “panzas”, abultamientos y desconchones. Se podría decir que los azulejos se aguantaban en la pared gracias a la junta de mortero (llagueado) totalmente carbonatada y con un grado de dureza excesivo que había soldado los bordes de dichos azulejos afectando este hecho al vidriado de estas zonas.
El proceso de restauración ha incluido la documentación fotográfica completa y la extracción y análisis de muestras, la limpieza mecánica de los paneles, la eliminación del llagueado y la protección puntual de los estratos vítreos inestables, la extracción de los paneles previo el signado de la azulejería y el engasado de los paneles, la limpieza mecánica por el reverso de cada pieza y su limpieza química en doble fase mineral y biológica, la consolidación de las piezas pegando los fragmentos, la reconstrucción volumétrica y traslado a un nuevo soporte autoportante que debido al alto grado de humedad de la iglesia ha hecho necesario colocar las piezas en un sistema aislante que además permite extracciones más fáciles en un futuro, caso que fuera necesario. Y por último la reposición del llagueado y la reintegración cromática, el barnizado o protección final y la memoria documental.
La intervención ha incluido la creación los ex-novos necesarios, es decir, la reposición de todas las piezas nuevas que faltaban en el original. Y el criterio de intervención ha seguido todas las pautas de conservación y restauración de obras de arte, basados en la durabilidad de los materiales, la reversibilidad de los mismos, la legibilidad de la intervención y la fiabilidad de la autenticidad histórica de los paneles.

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