El pasado sábado día 8 de mayo, se celebró en el Santuario de la Virgen del Castillo, la misa de las Camareras en las que se impuso la medalla a las Camareras de la Virgen del año 2011. Presentaros:
Soy Mª Carmen Sampedro, actualmente presidenta de la Asociación de Camareras de la Virgen y que ya fui Camarera en los años 2001 y el 2002. Como dato curioso, os cuento que los abuelos de mi madre, fueron los últimos “castellers”, antes de que vinieran los Padres Franciscanos a Cullera, de hecho allí murieron ellos.
Soy Mª Carmen Martínez, cuñada de la otra camarera, y es el primer año que voy a ser Camarera, aunque conozco bien el servicio a la Virgen cuando estuve ayudando a mi cuñada en los años en que ella fue Camarera.
¿Cómo ha surgido el ser Camareras?
En primer lugar por amistad con las anteriores Camareras, Pura y Merche, que las conocemos de toda la vida, y el día 23 de abril, en la sacristía del Santuario, nos lo propusieron y las dos aceptamos llevar este compromiso adelante.
¿Qué supone para vosotras ser Camareras de la Virgen?
Para mí es el honor más grande y el más digno que le puede pasar a una mujer de Cullera, todas deberían ofrecerse para este servicio.
No me lo pensaba, pero me han honrado mucho con esta oportunidad de servir a la Virgen. Me encanta tener que hacer todos los servicios que hagan falta a la Virgen pero soy vergonzosa y me impone tener que estar a la vista de todos en las misas y procesiones.
¿Qué obligaciones tiene una Camarera?
Lo fundamental es estar a su servicio para custodiarla y acompañarla en todos los actos: misas, procesiones, auroras y traslados.
Además también tenemos un servicio en el Santuario de limpieza y decoro de la Virgen, su camarín y altar. Esto no está a la vista de la gente, pero es un servicio muy humilde y bonito. Nos gustaría que el servicio que podamos hacer a la virgen este año sirva de estímulo para otras muchas mujeres en Cullera de modo que nunca falten Camareras para servir a nuestra Patrona.
Soy Mª Carmen Sampedro, actualmente presidenta de la Asociación de Camareras de la Virgen y que ya fui Camarera en los años 2001 y el 2002. Como dato curioso, os cuento que los abuelos de mi madre, fueron los últimos “castellers”, antes de que vinieran los Padres Franciscanos a Cullera, de hecho allí murieron ellos.
Soy Mª Carmen Martínez, cuñada de la otra camarera, y es el primer año que voy a ser Camarera, aunque conozco bien el servicio a la Virgen cuando estuve ayudando a mi cuñada en los años en que ella fue Camarera.
¿Cómo ha surgido el ser Camareras?
En primer lugar por amistad con las anteriores Camareras, Pura y Merche, que las conocemos de toda la vida, y el día 23 de abril, en la sacristía del Santuario, nos lo propusieron y las dos aceptamos llevar este compromiso adelante.
¿Qué supone para vosotras ser Camareras de la Virgen?
Para mí es el honor más grande y el más digno que le puede pasar a una mujer de Cullera, todas deberían ofrecerse para este servicio.
No me lo pensaba, pero me han honrado mucho con esta oportunidad de servir a la Virgen. Me encanta tener que hacer todos los servicios que hagan falta a la Virgen pero soy vergonzosa y me impone tener que estar a la vista de todos en las misas y procesiones.
¿Qué obligaciones tiene una Camarera?
Lo fundamental es estar a su servicio para custodiarla y acompañarla en todos los actos: misas, procesiones, auroras y traslados.
Además también tenemos un servicio en el Santuario de limpieza y decoro de la Virgen, su camarín y altar. Esto no está a la vista de la gente, pero es un servicio muy humilde y bonito. Nos gustaría que el servicio que podamos hacer a la virgen este año sirva de estímulo para otras muchas mujeres en Cullera de modo que nunca falten Camareras para servir a nuestra Patrona.
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